Infancia

¿Y quién no echa de menos esas tardes en el parque con los amigos jugando en la tierra?
Esos días en los que llegabas lleno de arena a casa y tu madre te relataba. Cuando te caías y te raspabas todas las rodillas. Cuando ver tu serie favorita empezar era tu mayor secreto.
Cuando dormías en el sofá y por arte de magia despertabas en la cama.
Cuando no dormías la noche de los reyes.
¿Quién no recuerda su primera bici? El mayor sueño de todos era poder quitarle una ruedecita, ya quitarle las dos era todo un reto. Que cuando no te compraban tu juguete, llorabas a más no poder.
Esos primero días de colegio, donde separarte de tu madre era lo que peor que te podía pasar en la vida.
Esas despedidas con tus amigos después de haber estado toda una mañana juntos.
Esas tardes de paseo cuando tu madre te ponía el mejor vestido y salíais por ahí.
¿Dónde quedaron esos días?
Se escondieron en un rincón por miedo a desaparecer, pero poco a poco se fueron olvidando.
La etapa de la vida más bonita, donde no nos importa como sea el compañero de al lado, si tiene colores para poder pintar será nuestro mejor amigo, y si no los tiene nosotros se los dejaremos.
La infancia, lo que más rápido pasa, donde mejor nos lo pasamos, donde lo más importante era llegar puntual a la hora de la merienda.

Esa etapa en la que tus ganas de ser feliz, valían mucho más que tu orgullo.